Una de las preocupaciones de los primeros días, aparte de esquivar los coches porque la principal regla de la conducción filipina es que ¡No hay reglas! es encontrar piso. Desespera un poco, la verdad, los propietarios de los pisos se suben a la parra de una manera... He llegado a ver cuchitriles de 500 o más € al mes, cuando digo cuchitril imaginaros el momento, se abre la puerta, te asomas al sitio en cuestión y piensas: "Si no me apetece ni entrar, ¿cómo narices voy a estar un año ahí metida?
En fin, al final tardé 5 días en encontrar mi sitio, es un estudio del condominio The Columns, quizás no sea lo más económico, pero desde luego sí lo más cómodo, está justo enfrente del RCBC (edificio de la oficina), así que como entro a currar a las 8:30 me levanto a las 8:00 y listo :)
Estoy en la Torre 3 Piso 23. Abajo aparece la entrada (esta foto en realidad es de la torre 1). Conserje y seguridad 24 horas del día. Aparte como todo condominio que se precie tiene instalaciones comunes: piscina, gimnasio y sala de juegos, entre otros. Hay también salas de usos múltiples que se alquilan para cumpleaños y fiestas varias. El estilo de decoración de los cumples... es para verlo! Muy al estilo asiático, si pinta bien algún día les saco foto :D
Nunca 30 metros cuadrados estuvieron tan bien aprovechados. Con estas dimensiones el día a día se convierte en una especie de Tetrix en el que el orden es fundamental!
Nada más entrar a la izquierda armario grande para guardar un poco de todo, sección moda a la derecha y sección droguería-zapatería a la izquierda. Al lado del armario grande, mesa con sillas. Al lado de la mesa, pasamos ya a la zona salón con sofá tres plazas, mesa de cristal y otro armario que hace de separación entre el salón-comedor y la habitación.
Enfrente del sofá está la zona "cocina", con frigorífico, microondas, fregadero, armarios varios y cocinilla eléctrica, esta todavía no la he usado, creo que me voy a convertir en una experta de la cocina con microondas :) que tengo que decir, que no se me está dando nada mal!
Después del mueble separador la habitación con cama king size, muy cómoda, con lo bien que se me da esto de dormir y lo mucho que me gusta, no podía ser de otra forma! A lo largo toda la pared debajo de la ventana hay un armario con cajones, los 23,5 kg de maleta de momento no me llegan para llenar tanto armario, pero mejor que sobre que no que falte!
Estas son las vistas desde mi habitación, con la estación de bomberos justo enfrente del edificio, al lado además hay un hospital, así que las emergencias básicas están cubiertas! Y justo a la derecha de la estación hay un cementerio... en fin, los planes urbanísticos que hay aquí son un poco confusos!
domingo, 12 de febrero de 2012
viernes, 3 de febrero de 2012
Comienza el viaje
Ya llevo dos semanas en Filipinas! Me ha pasado el tiempo volando, casi sin darme cuenta.
Como ya llevo algo de retraso con la actualización del blog y quiero contarlo desde el principio, ahora toca echar la vista atrás y recordar el trayecto España-Filipinas, que esas 20 horas de viaje bien lo merecen!
En total cogí tres aviones, todos ellos con la compañía KLM Royal Dutch Airlines
1. 7:40 Oviedo – 9:25 Paris (Charles De Gaulle)
2. 11:40 Paris – 12:55 Amsterdam (Schiphol Airport)
3. 14:25 Amsterdam – 9:55 Manila (Ninoy Aquino)
El trayecto hasta París sin novedad, lo único la llegada al aeropuerto un poco apresurada porque… ya estaban cerrando la facturación! Nota mental: para la próxima vez hay que madrugar un poco más :S
El vuelo regional hasta París, cosa no vista por mi hasta entonces, en avioncito pequeño donde ni siquiera te dejan subir a bordo el equipaje de mano, porque si no, no cabemos! Desayuno parisino en el avión viendo el amanecer de la campiña francesa desde lo alto, muy bonito.
Al llegar a París toca ir a la terminal donde tengo que coger el siguiente vuelo. 10 minutos a la intemperie esperando el bus para llegar allí, tiempo más que suficiente para darse cuenta del frío que hace en cualquier sitio más al norte de los Pirineos!
El trayecto París-Amsterdam: increíble! Nunca había esa parte de Europa, al acercarte a Holanda se ven diques por toda la costa, parece como si fuesen un montón de islas, único! Algún día hay que volver por allí.
En el aeropuerto de Amsterdam tienen instalados escáneres de estos que te ven hasta el alma, escogen al azar a los afortunados en probarlo porque al tardar más tiempo no es viable que tenga que pasar por él todo el mundo, y si os lo estáis preguntando… sí, me tocó. Pones los pies en las marcas del suelo, brazos en alto y el escáner gira alrededor de ti, precioso.
Esperando para subir al avión ya tuve tiempo para la primera toma de contacto con el paisanaje filipino, a primera vista me parecen todos iguales, me imagino que a ellos con los occidentales les pase lo mismo.
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