martes, 29 de mayo de 2012

Legazpi

Otra escapada de fin de semana fuera de Manila. Esta fue la primera vez que cogí un vuelo en Filipinas, la compañía se llama Cebu Pacific (www.cebupacificair.com), viene a ser algo así como Ryanair en España. Aunque salvando las distancias porque es una de esas compañías aéreas prohibidas en Europa y otros países del primer mundo por motivos de seguridad :S Hay que reconocer que el avioncito que tienen de logo no inspira demasiada confianza



La primera vez que aterricé en Manila no se si por el jet lag, el cansancio en general o el nerviosismo del momento no me fijé en la capa de humo que rodea la ciudad. En la siguiente foto podéis comprobar por vosotros mismos que cuando digo que aquí la capa de basurilla que hay en el aire se corta con cuchillo no es ninguna exageración :S


Tras esperar más de una hora dentro del avión a que los otros cinco aviones que teníamos delante despegasen, cosa que suele pasar con bastante frecuencia debido a la saturación de vuelos y a la falta de organización en el aeropuerto, pudimos por fin poner rumbo a Legazpi. Esta ciudad es uno de los principales destinos turísticos en Filipinas, su nombre de origen vasco es señal de su pasado colonial.


En la imagen anterior se puede contemplar una panorámica del aeropuerto de esta ciudad. Una característica importante de la inmensa mayoría de los aeropuertos regionales de este país es que no tienen iluminación, por lo que los aviones no pueden aterrizar o despegar si es de noche o la visibilidad es reducida, como en el caso de que haya tormenta. Otro grupo de españoles que iba en el vuelo anterior al nuestro no pudieron llegar a aterrizar porque se desató una tromba de agua y el avión dio media vuelta hacia Manila, afortunadamente ( y egoístamente también :/) descargó lo suficiente como para que a nuestra llegada (tan solo media hora después) luciese un sol radiante y no tuviésemos ningún problema para aterrizar. Cosillas del clima tropical.

Nada más aterrizar toca revolución de los filipinos en el aeropuerto ante la llegada de un grupo de blancos ¡a ver quién se lleva el premio! Qué alboroto madre mía! Nos rifan, todos quieren ser los encargados de trasladar a los gringos. El medio de transporte para la ocasión fue un tricycle, moto con especie de sidecar añadido, muy hecho a mano todo :)


La primera excursión en "el pueblo" fue la subida a un área recreativa para ver el volcán Mayon, también conocido como el volcán perfecto, por su forma de volcán prototipo. Durante la subida tuvimos ocasión de hacer una de estas actividades ideadas para turistas, consistente en meterse en una cueva donde se escondíeron los soldados japoneses durante el asedio americano, por lo visto resistieron viviendo atrincherados en ella durante más de dos años. Dadas la reducida altura de la cueva, a ratos impracticable, resulta creible que fuesen soldados japoneses y no alemanes los que hiciesen uso de ella. Una anciana filipina hacía las veces de guía e historiadora improvisada, mientras nos alumbraba con una linterna el interior de la cueva, embarrada y húmeda a partes iguales :) Nos llevamos algún que otro susto al girar en los recovecos de la cueva, ya que de vez en cuando nos sorprendía alguno de sus inquilinos... ¿qué es eso? ¿será una momia... o es un muñeco? Solo eran muñecos vestidos de soldado japonés :D 


La imagen anterior está sacada de internet, por desgracia ese día la cumbre del volcán (todavía en activo) estaba tapada por las nubes. Mientras observábamos la no-cumbre probamos la especialidad local "halo-halo" y el que viene siendo para mi uno de los grandes descubrimientos gastronómicos de este país: el helado de uve. Se extrae de un tubérculo del mismo nombre de llamativo color morado, no sabe a nada parecido que haya probado antes, está riquísimo :D Por su parte el "halo-halo" es un terrible accidente gastronómico compuesto a base de una confusa mezcla de helado, flan, gelatinas varias, judías, hielo...  totalmente autodestructivo, lo probé y no pienso repetir :S Todavía no se que le pasó por la cabeza al que se le ocurrió la feliz idea de mezclar por primera vez todo esto. Aquí os dejo una foto con los ingredientes para quien se atreva a probarlo.


Por la tarde nos trasladamos a un hostal en la costa donde recuperamos fuerza para la increible experiencia del día siguiente: nadar con butandines. El butandín es el nombre filipino con el que se conoce al tiburón ballena, no es carnívoro, se alimenta de plancton, pero es un tiburón a fin de cuentas. 

Todos sentados al borde de la bangka provistos con máscaras de snorkel, aletas y mucho nerviosismo contenido, mientras el kuyah (algo así como colega o amigo en filipino) otea el horizonte encaramado al mastil del barco en busca del butandin. En segundos pasamos de la tranquilidad de llevar 2 horas buscando al bicho en cuestión sin ver nada, al estress del momento en el que el guía empieza a gritar apresurado: Go, go, go!! Indicación más que clara para que nos tiremos al agua con el objetivo de seguir al butanding. Primer intento:  nosotros sin ver en apenas medio metro a la redonda por lo turbio del agua, esperando que en el momento más inesperado aparezca a nuestro lado el pez más grande del mundo, el guía anuncia que el butanding ha debido de sumergirse, abortamos misión y volvemos a la barca después del subidón de adrenalina, tanto nerviosismo para nada. Ya en cubierta nos echamos unas risas de impresión al recordar el primer salto al agua, se suponía que teníamos que nadar en fila india, pero era tal el miedo que teníamos (pánico en alguno de los casos), que aún no me explico cómo pudimos nadar en posición vertical, haciendo una piña, codo con codo, aleta con aleta,  ni Gemma Mengual y sus chicas podrían haberlo hecho mejor... 


Seguimos sentados al borde de la bangka, el kuyah que lleva el barco se da cuenta de que al otro extremo de la bahía hay numerosas bangkas que se dirigen al mismo punto, han avistado butandines, nosotros no íbamos a ser menos, todos hacia allí, nuevamente stress, "go, go, go!!" nos tiramos y nadamos hacia una marabunta de aletas, máscaras de buceo, gritos, risas, coreanos que no saben nadar enfundados en chalecos naranjas... el guía nos manda meter la cabeza debajo del agua: ahí está!... en mi cabeza silencio... ajeno al alboroto de la superficie el tiburón ballena con sus ocho toneladas de peso avanza majestuoso bajo las aguas... después del  momento zen del primer avistamiento... esa aleta parece que está demasiado cerca... ay madre que me da! Nada, nada, nada! Sepárate de esa aleta cuánto antes!! Tras el susto inicial el butanding prosigue su marcha... Es una experiencia única, algo que no se puede explicar con palabras y que repetiría sin dudarlo.



miércoles, 16 de mayo de 2012

Aprendiendo a bucear en Playa Blanca

Una de las ventajas de vivir en un país tropical es poder disfrutar de increíbles paisajes tanto fuera como debajo del agua, es por esto que es casi obligatorio sacarse la licencia de buceo, conocida como PADI, que te capacita para sumergirte hasta 18 metros de profundidad y así poder aprovechar al máximo la experiencia filipina.




El sitio donde está el centro de buceo se llama Playa Blanca (White Beach), es la playa de Manila, a 4 horas de viaje de la gran urbe, dos de ellas en autobús y otras dos en bangka. Este cálculo del trayecto es algo aproximado porque los autobuses en Filipinas no tienen horario fijo, salen cuando se llenan, menos mal que la superpoblación del país ayuda a que no tengas que estar demasiado tiempo esperando. Otro apunte importante de los autobuses en Filipinas es su temperatura, todavía no se porque siempre se enciende el aire acondicionado a bajo 0, asi que pasas de los cerca de 40º de la calle a los cerca de 15 del autobús :S Aquí la gente compra ropa de abrigo pensando en estas ocasiones, ropa invernal para autobuses, taxis, aviones, centros comerciales... todo lugar público con el aircon a tope, ya llevo un par de catarros gracias a estas sanas costumbres :( Es la risa ver a la gente subir de pantalón corto al bus y empezar a echar mano de la toalla de la playa para no congelarse.

Tras dos horas de viaje (como mínimo) el autobús llega al puerto de Batangas. Lo primero que llama la atención cuando bajas del autobús, es el griterío de los filipinos que esperan llamar la atención de los blancos para sacarse alguno dinerillo extra por ayudarles a sacar el billete, muy ruidosos de verdad, me imagino que va con el país en general. 

Una peculiaridad de los filipinos es que al ser tantos hay que dar trabajo a todo el mundo, con lo cual se inventan trámites duplicados que hacen que cualquier gestión por simple que pudiera parecer se convierta en un laberinto... Además de comprar el billete para la bangka, en la taquilla de al lado hay que pagar una tasa medioambiental y un poco más alla otra tasa portuaria. A todos los occidentales el sentido común nos dice que podrían cobrarlo todo de una vez y en una sola taquilla, pero lo dicho, cosas de la superpoblación :-) Que a cada viaje que hagas en Filipinas te hagan pagar una tasa medioambiental, teniendo en cuenta lo contaminada que está su capital, es cuanto menos llamativo :S


La primera foto muestra la pintoresca a la vez que nada fiable embarcación en la que hay navegar :) Only in the Philippines! En la siguiente foto se puede contemplar una vista de los paradisiacos rincones de estas islas :)

Tras las peripecias del viaje llegamos por fin a Playa Blanca de Puerto Galera, este último es algo así como el municipio, cuya capital del mismo nombre es también conocida por las malas lenguas como putigalera, todos intuimos por qué. 


Tras pedir referencias al resto de españoles que se ya se sacaron el PADI seguimos la corriente y nos apuntamos en Pacific Divers www.philippines-diving.com/ El instructor es un francés llamado Didier (era eso o Fraçois, el nombre no podía ser más típico), que hace 30 años decidió dejar la fría Francia para montar un chiringuito en la siempre veraniega Playa Blanca, no le va nada mal al hombre, personaje peculiar donde los haya, que por 16.000 pesos filipinos (abreviado php) te sumerge a 18 metros la primera vez que te enfundas en el traje de neopreno. Este dato iba a estar en el apartado "Cosas que no conté a mamá mientras estaba en Filipinas", pero como ya me ha visto sana y salva en Semana Sta haremos la vista gorda :D

Solo he ido un fin de semana para la primera toma de contacto, me queda otro fin de semana para terminar de sacar el título (o de pagarlo, según se mire).


Es una playa con mucho movimiento, de día hay infinidad de vendedores de perlas, productos de artesanía local, frutas tropicales, batidos, helados, gente que ofrece masajes, peluquería para que te hagas las trencitas  cual africana, etc, y de noche espectáculos de fuego, locales de baile, ladyboys, tatuajes, restaurantes para todos los gustos, puestos de ropa playera, karaokes improvisados...